La Eurocámara aprueba el Reglamento de Inteligencia Artificial para garantizar derechos fundamentales

El Parlamento Europeo ha marcado un hito significativo en el ámbito de la tecnología al aprobar el Reglamento de Inteligencia Artificial ayer, 13 de marzo de 2024. Este Reglamento, también conocido como AI Act, tiene como objetivo principal asegurar la seguridad y el respeto de los derechos fundamentales dentro de la Unión Europea, estableciendo un marco regulatorio claro y exhaustivo.

Con una abrumadora mayoría de 523 votos a favor, 46 en contra y 49 abstenciones, la Eurocámara respaldó este reglamento, que fue fruto de arduas negociaciones con los Estados miembros en diciembre de 2023. El Reglamento está pendiente de una última revisión jurídica-lingüística y se espera que su aprobación definitiva sea antes del final de legislatura (junio 2024).

El Reglamento entrará en vigor 20 días después de su publicación en el Diario Oficial. No obstante, no se aplicará plenamente hasta 24 meses después de su entrada en vigor. La UE es consciente de la rápida evolución tecnológica y el Reglamento se aplicará progresivamente en varios aspectos, como por ejemplo aquellas prohibiciones para determinadas formas de uso de la IA de riesgo inaceptable, que se aplicarán ya desde los 6 meses después de la entrada en vigor del Reglamento.

Una de las claves más importantes de esta regulación es la prohibición de ciertas aplicaciones de inteligencia artificial que amenazan los derechos de los ciudadanos. Esto incluye sistemas de categorización biométrica basados en características sensibles, la recopilación indiscriminada de imágenes faciales de internet o cámaras de vigilancia para crear bases de datos de reconocimiento facial, así como el reconocimiento de emociones en el lugar de trabajo y en las escuelas.

Además, se prohíben los sistemas de puntuación ciudadana, la actuación policial predictiva basada únicamente en perfiles individuales, y cualquier IA que manipule el comportamiento humano o explote las vulnerabilidades de las personas.

El Reglamento también establece obligaciones claras para otros sistemas de IA considerados de alto riesgo, como aquellos que afectan a la salud, la seguridad, los derechos fundamentales, el medio ambiente, la democracia y el Estado de derecho. Estos sistemas deben evaluar y reducir los riesgos, mantener registros de uso, ser transparentes y precisos, y contar con supervisión humana.

En síntesis, el Reglamento de Inteligencia Artificial representa un paso importante hacia la protección de los ciudadanos europeos y la promoción de un uso ético y responsable de la IA en todos los ámbitos de la sociedad. Además, la UE asegura que la AI Act se ha concebido con la firme intención de no perjudicar la innovación tecnológica en un sector clave de presente y futuro.